Los responsables.
Dios ha muerto. Que el mundo esté en silencio.
Estoy aprendiendo que está bien sentir, y sentir dolor. Sentir el vacío cuando un ser querido termina su historia. Es triste, muy triste.
Hoy era día de limpieza. Pero día de silencio, al menos el silencio que se puede conseguir con 3 peques, una aspiradora y lavadoras mil. Para comer nada espectacular, pan quemado que es lo único que se nos ocurrió que era negro. Rehusamos comer dulces hoy.
Hoy es un día triste, muy triste.
Estamos haciendo la cuenta-atrás de Un final sin fin un tanto inesperado, escrito por Kristin Kjorlaug y Lorena Albright López.