Los desertores.
No sé que hacer con la etiqueta de hoy pues la verdad es que la novedad del festín de la Pascua, de cenar juntos en el suelo y recordar la vieja Historia nos cautivó toda la atención de hoy.
En la mañana hablamos de la fiesta anual judía, y como recordaban, celebraban el espectacular rescate del pueblo De Dios. Nos vestimos para la fiesta, y de rojo, claro.
Rojas fresas en la mañana aun que hoy la cena era el enfoque del día. Una pequeña degustación ya nos empezó a sumergir en la historia, pues colocamos galletitas y pasas para la decoración de hoy, el pan y el fruto de la vid que comieron felizmente.
Sin saber muy bien cómo iba a salir el evento, nos pusimos pañuelos, nos sentamos en los cojines y a nuestra sorpresa, Josué nos vino a visitar. ¡Sí, el que ayudó a conquistar la Tierra Prometida! Nos recordó cómo fue la primera Pascua.
Aquella noche los discípulos ya estaban familiarizados con la vieja historia:
“Sí, sí, el cordero y la sangre y la muerte pasó por encima…ya era hora de sentarse un rato. –¡Tengo hambre!
Jesus miraba a sus discípulos atentamente mientras charlaban y comían. Entonces levantó su copa seriamente. Esto era como su sangre, dijo, y este pan se rompería como él. Estaba explicando el final de su historia.
¿Es que no le habían escuchado? Sangre y muerte…¡otra vez! Pero era diferente que el cordero, mejor que el cordero.”
UFSFUTI, Jueves. Los desertores.
Estamos haciendo la cuenta-atrás de Un final sin fin un tanto inesperado, escrito por Kristin Kjorlaug y Lorena Albright López.